Cuando
abrimos los ojos luego de una noche de descanso, no imaginamos todo el proceso
que nuestro cerebro ha llevado adelante durante largas horas. El sueño, no es
siempre uniforme sino que atraviesa una serie de etapas que se repiten cíclicamente y que poseen
particulares características. Conocerlas, nos ayuda a entender un poco mejor nuestras
horas de reposo y a su vez, mejorar nuestro sueño.
Mientras
dormimos, nuestro organismo realiza movimientos oculares rápidos conocidos como
REM por su denominación en inglés. Las primeras cuatro etapas de nuestro sueño pertenecen
a la fase NO REM y la última a la fase
REM.
El
primer momento de nuestro sueño es de adormecimiento, dura sólo unos minutos y se encuentra entre la
vigilia y el sueño. En la segunda etapa, conocida como la del sueño ligero, las
ondas cerebrales se enlentecen con breves intervalos de mucha actividad. En
esta etapa estamos dormidos pero podemos ser despertados fácilmente. En la
etapa 3 existe una intercalación entre ondas cerebrales extremadamente lentas y
ondas rápidas muy breves, y en la 4 prevalecen las ondas deltas. Las etapas 3 y
4 son conocidas como las del sueño profundo y sueño muy profundo o delta
respectivamente.
La
etapa 5, es la del sueño REM. Esta fase no sólo se caracteriza por el
movimiento de los ojos sino también por el aumento del ritmo respiratorio y
sanguíneo. Nuestra actividad mental es muy similar a la que tenemos cuando
estamos despiertos y es aquí cuando se producen los sueños más vívidos y
fáciles de recordar.
Las
personas experimentamos entre tres y cinco ciclos de sueño cada noche.
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