Uno de los momentos del día que
esperamos la mayoría de nosotros con impaciencia es la noche, ya que es en ese
momento cuando nos olvidamos de todo el estrés y de todo lo que tenemos que
hacer y lo que hemos hecho durante nuestras horas de trabajo.
Es uno de los momentos de
relajación por excelencia ya que podemos sentarnos en nuestro sofá a ver la
televisión o algunas de las series o películas que más nos gustan sin
preocuparnos de nada más antes de irnos a la cama a dormir.
Pero a veces, las preocupaciones,
el estrés o nuestros problemas diarios no nos dejan conciliar el sueño de la
manera que quisiéramos dando lugar a una noche intranquila. Cuando esto ocurre,
en muchos casos, solemos ser objeto de pesadillas.
Las pesadillas son sueños que se
caracterizan por ser malos y angustiosos para las personas que lo padecen. Las
pesadillas más comunes suelen ser aquellas en las que soñamos que ocurren cosas
malas tanto a nosotros como a nuestros seres queridos y a aquellas personas que
nos rodean.
Este tipo de sueños negativos
suelen estar relacionados con un mal descanso o con el exceso de estrés en
nuestro cuerpo. Otro de los orígenes que
tienen las pesadillas es el origen psíquico. Cuando hemos sufrido algún tipo de
trauma como la muerte de algún familiar o cualquier tipo de experiencia
traumática de cualquier ámbito, aunque nosotros aparentemente estemos bien,
nuestra mente reacciona a través de las pesadillas.
Por ello, ante cualquiera de estos
síntomas debemos intentar relajarnos antes de conciliar el sueño por la noche
para así evitar el mayor estrés causado por las pesadillas.
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