Todo el mundo alguna vez en su
vida ha tenido que sufrir la desagradable experiencia de tener una pesadilla, y
despertarse bañado en un sudor frío y con el corazón en un puño, incluso los
bebes las pueden tener aunque su forma
de expresarlo sea, lógicamente, diferente a la de niños más mayores o los
adultos, y pueden incitarnos a creer que son terrores nocturnos.
Las pesadillas suelen producirse
durante la fase rem del sueño, y la mayoría de las veces no somos capaces de
recordar exactamente sobre que eran, sino sentir un miedo a algo desconocido
que nos desconcierta. Pero hay algunas pesadillas que son más recurrentes en
nuestra vida, y entonces nuestra mente llega a ser capaz de recordarlas.
Hay algunas que son muy
frecuentes y que tienen un significado, para los especialistas muy claro.
Veamos algunos ejemplos:
- Sentirse perseguido: Viene a
significar que en nuestra vida real hay algo a alguien que nos acosa, ya desde tiempo atrás, y que no deseamos o no podemos, hacer frente. Y que en estado de
vigilia, día a día, nos preocupa de sobremanera el tener que afrontarlo repentinamente sin saber cómo
actuar ni cómo solucionarlo.
- Soñar con la muerte: Su
significado, a pesar de que muchas personas lo consideran algo premonitorio, no
lo es necesariamente. Refleja un estado de angustia vital que viene dado por
una preocupación excesiva por la salud y el bienestar de nuestros más
allegados.
- La pérdida de nuestra casa: Refleja claramente que
estamos atravesando una época difícil en nuestra vida, ya sea económica o de
pareja, que nos hace temer por nuestro futuro más inmediato y no acabamos de
encontrar solución para ello.
Como dijo Freud “los sueños
representan la realización de un deseo por parte del soñador, incluso los
sueños tipo pesadilla”.