jueves, 20 de marzo de 2014

La playa: En busca de la tranquilidad hasta en sueños

Todos asociamos la playa con un lugar de diversión y de descanso. Es un sitio donde pasar las vacaciones en familia, con amigos o pareja, incluso un sitio donde perderse y desconectar en una escapada a la playa en soledad. 

Esto ocurre en nuestra "vida real" pero si caemos dormidos y al despertar recordamos haber soñado con la playa solemos tener esa sensación de relax y tranquilidad. Realmente la playa tiene que ver con la tranquilidad, ya que en las fechas posteriores a soñar que estás pasando tranquilamente el día en la playa notarás que tus preocupaciones son menos graves o al menos que tienes menos estrés.

Más que unas vacaciones o un tiempo de descanso un sueño en el que aparece la playa simboliza el encuentro, la armonía entre los 2 estados de nuestra mente. La arena representa la parte racional de nuestra mente, la que nos indica en cada momento cuáles son las decisiones correctas. Por el contrario, el agua representa la parte espiritual, los impulsos, la imaginación de la persona.

Un sueño en el que nos adentramos en el mar indica la necesidad o el deseo de hacer una reflexión sobre algún aspecto importante de nuestra vida. Cuanto más adentro te encuentres, más cerca estarás de llegar a una conclusión pero si, por el contrario, te encuentras detenido a la mitad, tu reflexión está estancada.

Al soñar con la playa debes fijarte especialmente en dónde estás mirando. Si estás sentado en la arena y miras fijamente al agua significa que pronto vendrá un importante cambio en tu vida, pero si es al contrario, si estás dentro del agua y miras a la arena, puedes pensar que vas a regresar a una situación anterior en cualquier aspecto de tu vida.

Pero las mayores novedades vendrán cuando sueñes que te estás moviendo en la playa. Un tranquilo paseo por la orilla indica la llegada de un nuevo amor; y si te ves corriendo sabrás que esperas cambios positivos en tu situación laboral: un nuevo trabajo o una mejora en tu situación actual.


jueves, 6 de marzo de 2014

Una vez soñé con un viaje increíble

Ya sé que los sueños, sueños son. Pero no me quito de la cabeza, un sueño que tuve donde hice un viaje increíble por tierras lejanas y desconocidas. Era una noche lluviosa, con muchos rayos. Mi gato dormía a mi lado, lo que me permitió dormir con tranquilidad.



Me sumí en un sueño profundo, donde viajaba no por avión ni en coche, si no con alas propias. Llegué a tierras con hadas, duendes, princesas y castillo, y como no, también una bruja. En dicho viaje no tenía tiempo para dormir, sólo para comer, cantar y bailar, por lo que me dije “que esto nunca acabe”.

Dormía entre las hojas de los árboles custodiada por los duendes de una aldea llamada Misueño. Cada mañana abría una puerta que me trasladaba a todos los lugares con los que una vez soñé viajar: Londres, París, Bora Bora, Australia, Nueva York, Argentina, todos, con tan sólo abrir y cerrar una puerta, me trasladaba y vivía como una ciudadana más.

Al llegar de mi aventura, las princesas de Misueño me recibían con un gran festín con mis platos favoritos, todo era una fiesta, hasta el amanecer, cuando abría una puerta, la cerraba y era capaz de viajar con mis alas a cualquier lugar del mundo.


Lamentablemente, desperté,  así que pillé un vuelo a Palma de Mallorca. Viajo, y me marcho a una isla encantada. Dicen que soñar con viajes significa un cambio de vida, y creo que necesito cambiar la mía. Soñar con viajes indica que estamos ávidos de nuevas aventuras, por lo tanto, yo viviré las mías, así nadie las tendrá por mí.