jueves, 6 de marzo de 2014

Una vez soñé con un viaje increíble

Ya sé que los sueños, sueños son. Pero no me quito de la cabeza, un sueño que tuve donde hice un viaje increíble por tierras lejanas y desconocidas. Era una noche lluviosa, con muchos rayos. Mi gato dormía a mi lado, lo que me permitió dormir con tranquilidad.



Me sumí en un sueño profundo, donde viajaba no por avión ni en coche, si no con alas propias. Llegué a tierras con hadas, duendes, princesas y castillo, y como no, también una bruja. En dicho viaje no tenía tiempo para dormir, sólo para comer, cantar y bailar, por lo que me dije “que esto nunca acabe”.

Dormía entre las hojas de los árboles custodiada por los duendes de una aldea llamada Misueño. Cada mañana abría una puerta que me trasladaba a todos los lugares con los que una vez soñé viajar: Londres, París, Bora Bora, Australia, Nueva York, Argentina, todos, con tan sólo abrir y cerrar una puerta, me trasladaba y vivía como una ciudadana más.

Al llegar de mi aventura, las princesas de Misueño me recibían con un gran festín con mis platos favoritos, todo era una fiesta, hasta el amanecer, cuando abría una puerta, la cerraba y era capaz de viajar con mis alas a cualquier lugar del mundo.


Lamentablemente, desperté,  así que pillé un vuelo a Palma de Mallorca. Viajo, y me marcho a una isla encantada. Dicen que soñar con viajes significa un cambio de vida, y creo que necesito cambiar la mía. Soñar con viajes indica que estamos ávidos de nuevas aventuras, por lo tanto, yo viviré las mías, así nadie las tendrá por mí.

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